Sobre la problemática, este texto describe muy bien la situación en Francia, aunque es extrapolable el resto de Europa:
“Sin embargo, en la época de Jules Ferry, la sociedad francesa y la sociedad italiana eran completamente distintas de como son hoy. Bajo la Tercera República, el 75 por ciento de los franceses todavía estaba formado por campesinos, los obreros representaban quizá el 10 o 15 por ciento y lo que llamamos las élites era aún menos. Ese 75 por ciento de campesinos se ha convertido hoy en el 3 o el 4 por ciento, pero sigue en vigor el mismo sistema educativo. Ahora bien, en la época de Jules Ferry, los que no conseguían hacer nada con su escolarización encontraban empleo en la agricultura, en la artesanía, en el mundo obrero, en las faenas domésticas. Considerando que esto trabajos han ido desapareciendo poco a poco en beneficio de los empleos en el sector servicios, o como ejecutivos, los que son rechazados por el sistema escolar, antes o después de la reválida, hoy están en caída libre. No hay nada que los acoja, que amortigüe su caída. Nuestra sociedad se ha transformado y el sistema educativo permanece sustancialmente igual, por lo menos en sus principios fundamentales.” Jean-Claude Carrière.Extracto de “Nadie acabará con los libros”
Jules Ferry, político francés, como ministro de Instrucción Pública (1879-81 y 1882) y presidente del Consejo de Ministros (1880-81 y 1883-85), venció la resistencia católica e instauró un sistema de enseñanza pública laica, obligatoria y gratuita, que habría de constituir uno de los pilares de la República.
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